El secretario general de la ONU, Antonio Guterres mostró su solidaridad con los territorios afectados por el huracán Beryl, y liberó cuatro millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF), para Granada, Jamaica y San Vicente y las Granadinas. “El Secretario General, en coordinación con los países afectados, está considerando lanzar un llamamiento para abordar las necesidades humanitarias derivadas del impacto del huracán Beryl”, informó el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
El huracán Beryl ya ha sido clasificado como el más fuerte jamás visto, se formó en el océano Atlántico, y en su paso ha dejado estragos en Jamaica, Granada y San Vidente y las Granadinas. Se intensificó con gran rapidez hasta convertirse en un huracán de categoría 4 y alcanzó brevemente la categoría 5, con vientos de hasta 240 km/h y ráfagas de más de 260 km/h. Después se degradó a categoría 3, pero sigue representando una amenaza, ahora para México y Belice.
El ciclón se ha cobrado al menos diez vidas y ha dejado un número indeterminado de heridos, además de causar destrucción generalizada y obligar a miles de personas a desplazarse en busca de refugio. Los trabajadores humanitarios de la ONU en San Vicente y las Granadinas y Granada colaboran con las autoridades locales, ayudando en la evaluación de daños y las tareas de respuesta.
Finalmente, los equipos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), también se encuentran en Barbados apoyando los esfuerzos en el país y el Caribe oriental, dijo Dujarric en su encuentro habitual con la prensa en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Además, Stéphane Dujarric agregó que los equipos humanitarios también se dirigen a Belice y Jamaica.