Tras cumplirse dos años y medio de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, las Naciones Unidas reiteran su compromiso con la soberanía, la independencia y la integridad territorial del país e instan a las partes a garantizar la protección de los civiles. Piden la “máxima moderación” para evitar cualquier incidente nuclear. Además, el pasado mes de julio fue el más mortífero para la población civil de Ucrania en casi dos años: al menos 219 civiles murieron y 1018 resultaron heridos.
Miroslav Jenča reiteró el llamamiento del Secretario General de que los ataques a civiles e infraestructuras civiles deben cesar inmediatamente. “Instamos a todas las partes a que actúen con responsabilidad y garanticen su protección”.
El funcionario expresó su preocupación por las repercusiones de la propagación de los combates en la población civil a ambos lados de la frontera entre Ucrania y Rusia. También hizo referencia a un ataque a un hotel en la ciudad de Kramatorsk, en la región ucraniana de Donetsk, el cual mató a un empleado de Reuters y dejó cuatro periodistas heridos.
Jenča reiteró que las operaciones humanitarias en algunas zonas no pueden acceder a las personas necesitadas para facilitar atención sanitaria y medicamentos, alimentos y agua potable. Se prevé que esta situación, ya de por sí grave, empeore a medida que las hostilidades no muestren signos de remitir y se acerque el invierno.
El secretario general adjunto hizo referencia a la Cumbre del Futuro, en la que se reunirán los líderes mundiales. “Esperamos que contribuya a mejorar la colaboración mundial en un momento en que se necesita con la máxima urgencia. Y esperamos que estos esfuerzos también nos acerquen a sentar las bases de una paz justa, duradera y global en Ucrania”, añadió.